Rasgos de personalidad
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En una o dos páginas, escriba un ensayo que explique cómo el conductista B.F. Skinner conectó el conductismo con el darwinismo. Explique también cómo la propia teoría de Skinner contradecía simultáneamente al darwinismo.
La teoría conductista sugiere que el entorno de una persona moldea su personalidad a través de herramientas como el condicionamiento. La teoría conductista cree que la crianza anula la naturaleza de una persona y que la adaptación para la supervivencia es el único crecimiento verdadero posible.
El conductismo sugiere que la personalidad se desarrolla en función del entorno de la persona. Lo que una persona ve, siente y aprende en función de su vida en el hogar, la familia o la escuela conformará su personalidad. Si una persona tiene que luchar para conseguir lo que necesita a una edad temprana, los conductistas sugieren que aprendió fuerza, perseverancia y resolución.
Skinner creía que el comportamiento condicionado se basaba en la recompensa y el castigo y que si una persona era (o no era) recompensada, había una mayor probabilidad de que ese comportamiento se repitiera (o no). Esto se conoce como condicionamiento operante.
¿Qué es el comportamiento y la personalidad?
Esencialmente, la personalidad se refiere a la combinación de valores, puntos de vista, respuestas establecidas, patrones de pensamiento y características que son aspectos relativamente estables de un individuo. Por otro lado, el comportamiento es la forma en que ese individuo se presenta ante los demás en sus acciones.
¿Cuál es la relación entre el comportamiento y la personalidad?
Se considera que la personalidad es lo que somos, mientras que el comportamiento es lo que hacemos. No podemos cambiar lo que somos, pero sí podemos cambiar lo que hacemos, al menos durante cortos periodos de tiempo. La capacidad de cambiar el comportamiento está en la base del concepto de estilo de gestión.
¿Cuáles son los 4 tipos de comportamiento en psicología?
Un estudio sobre el comportamiento humano ha revelado que el 90% de la población puede clasificarse en cuatro tipos básicos de personalidad: Optimista, Pesimista, Confiado y Envidioso.
Conductismo
La personalidad engloba los sentimientos, pensamientos y patrones de comportamiento relativamente estables de una persona. Cada uno de nosotros tiene una personalidad única que nos diferencia de los demás, y entender la personalidad de alguien nos da pistas sobre cómo es probable que esa persona actúe y se sienta en una variedad de situaciones. Para dirigir con eficacia, es útil entender las personalidades de los distintos empleados. Tener este conocimiento también es útil para colocar a las personas en los puestos de trabajo y en las organizaciones.
¿Depende nuestro comportamiento en las organizaciones de nuestra personalidad? Hasta cierto punto, sí, y hasta cierto punto, no. Aunque hablaremos de los efectos de la personalidad en el comportamiento de los empleados, hay que recordar que las relaciones que describimos son modestas correlaciones. Por ejemplo, tener una personalidad sociable y extrovertida puede animar a las personas a buscar amigos y a preferir las situaciones sociales. Esto no significa que su personalidad afecte inmediatamente a su comportamiento laboral. En el trabajo, tenemos un trabajo que hacer y un papel que desempeñar. Por lo tanto, nuestro comportamiento puede verse más afectado por lo que se espera de nosotros, en contraposición a cómo queremos comportarnos. Especialmente en los trabajos que implican mucha autonomía, o libertad, la personalidad tiende a ejercer una fuerte influencia en el comportamiento laboral (Barrick y Mount, 1993), algo que hay que tener en cuenta a la hora de emprender actividades de organización como el diseño o el enriquecimiento del trabajo.
Test de comportamiento de la personalidad
Los modelos tradicionales del conductismo, representados por figuras como John B. Watson y B. F. Skinner, se suelen considerar inconsistentes con el concepto de “personalidad”, que en sí mismo representa un constructo inobservable. Estos enfoques conductuales “radicales” hacían hincapié en el estudio de la conducta observable y, por lo tanto, cualquier teoría de la personalidad se limitaba a los patrones típicos de conducta exhibidos por un individuo concreto en función de su historial de refuerzos. Más recientemente, y con la proliferación de los enfoques de asesoramiento conductual y cognitivo-conductual, los enfoques más recientes han intentado reconciliar los modelos tradicionales del conductismo con una descripción de la personalidad humana. Los principios conductuales tradicionales se han traducido en enfoques conductuales del asesoramiento, además de contribuir a las modernas terapias cognitivo-conductuales.
Esta entrada comienza con una descripción de los enfoques fundamentales del aprendizaje que representan la base del conductismo. Le sigue la teoría de la personalidad de Skinner, que ha evolucionado hacia el estudio moderno del análisis de la conducta. A continuación se presenta el intento de John Dollard y Neal Miller de conciliar el conductismo y el psicoanálisis, seguido del enfoque cognitivo social representado por Albert Bandura y Julian Rotter. A continuación, una introducción a la teoría relativamente reciente del conductismo psicológico de Arthur Staats. Por último, se ofrece una descripción rudimentaria de varias técnicas utilizadas en la terapia conductual.
Teoría cognitiva de la personalidad
Las primeras teorías suponían que la personalidad se expresaba en el aspecto físico de las personas. Uno de los primeros enfoques, desarrollado por el médico alemán Franz Joseph Gall (1758-1828) y conocido como frenología, se basaba en la idea de que podíamos medir la personalidad evaluando los patrones de las protuberancias en los cráneos de las personas (Figura 12.1, “Frenología”). En la época victoriana, la frenología se tomaba en serio y mucha gente promovía su uso como fuente de conocimiento psicológico y autoconocimiento. Incluso se desarrollaron máquinas para ayudar a la gente a analizar los cráneos (Simpson, 2005). Sin embargo, debido a que una cuidadosa investigación científica no validó las predicciones de la teoría, la frenología ha sido desacreditada en la psicología contemporánea.
Otro enfoque, conocido como somatología, defendido por el psicólogo William Herbert Sheldon (1898-1977), se basaba en la idea de que podíamos determinar la personalidad a partir de los tipos de cuerpo de las personas (Figura 12.2, “Tipos de cuerpo de Sheldon”). Sheldon (1940) sostenía que las personas con más grasa corporal y un físico más redondo (endomorfos) eran más propensas a ser asertivas y audaces, mientras que las personas más delgadas (ectomorfos) eran más propensas a ser introvertidas e intelectuales. Al igual que con la frenología, la investigación científica no validó las predicciones de la teoría, y la somatología ha sido desacreditada en la psicología contemporánea.