Cómo hacer terapia craneosacral en uno mismo
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Hay días en los que me gustaría poder decir: “Busca un meta-análisis que responda a tu pregunta y confía ciegamente en él”. ¿Funcionan los suplementos vitamínicos? ¡Busca un meta-análisis! ¿Los embutidos son malos para la salud? ¡Meta-análisis! ¿Una aspirina al día mantendrá alejado al médico? ¡Meta-análisis!
Los meta-análisis se presentan a menudo como la mejor forma de evidencia científica. Olvídese de confiar en los médicos que informan sobre un solo caso o una serie de casos; olvídese de depender de los científicos que miran hacia atrás en el tiempo a un grupo de personas que tuvieron una intervención frente a otro que no la tuvo; olvídese de contar con estudios prospectivos; olvídese incluso de aferrarse a un solo ensayo clínico aleatorio. Un meta-análisis tiene el poder de reunir todos los estudios, sintetizar sus resultados y producir un único número mágico. Este número puede decir si la intervención funciona o no funciona según la mejor evidencia que tenemos. ¿Por qué no podemos confiar en este número mágico?
Aunque los meta-análisis son maravillosos, pueden adolecer de un problema: basura dentro, basura fuera. Por ejemplo, si un estudiante realiza cuatro pruebas que pretenden evaluar la misma aptitud, pero las pruebas estaban mal diseñadas, el hecho de que la puntuación media del estudiante acabe siendo del 92% es irrelevante. Si las pruebas que entran en la máquina de promediar son malas, el resultado final es igual de malo.
Ritmo craneosacral
Muchas personas con Parkinson se interesan por terapias complementarias como la acupuntura, la aromaterapia y la fitoterapia. Estos tratamientos no convencionales suelen basarse en técnicas centenarias.
Aunque hay pocas pruebas científicas sobre su uso como forma de terapia para el Parkinson, muchas personas con la enfermedad parecen encontrar útiles las técnicas de terapia complementaria, especialmente para la relajación y para reducir el estrés y la depresión. Esta sección ofrece una guía de terapias complementarias en general, así como de técnicas específicas que han probado personas con Parkinson.
Consulte siempre a su médico antes de probar cualquier forma de terapia complementaria. Dependiendo de cómo le afecte el Parkinson, algunas técnicas pueden no ser adecuadas, y algunas hierbas medicinales podrían reaccionar mal con los medicamentos utilizados para tratar el Parkinson.
La terapia craneosacral (TCS) es una terapia manual suave que ha evolucionado a partir de la osteopatía. A veces se la conoce como “manos que escuchan”. Utiliza el tacto para evaluar y reequilibrar tanto el sistema craneosacral (el cráneo y la columna vertebral, junto con las membranas y el líquido que los rodean y protegen) como el resto de los sistemas del cuerpo, permitiendo el movimiento sin obstáculos de todos los fluidos, tejidos y articulaciones.
Pruebas de investigación sobre la terapia craneosacral
Fig. 6Gráfico de la calidad de vida físicaImagen a tamaño completoLos efectos agrupados sobre la calidad de vida mental se muestran en la Fig. 7. En comparación con los controles simulados manuales y no manuales, los metanálisis revelaron pequeños efectos agrupados a favor de la TCC, que resultaron ser significativos directamente después de la intervención (2 ECA, DPE = 0,35, IC del 95% = [0,01, 0,69], I2 = 0%, N = 138) [41, 43], pero ya no en el seguimiento de 6 meses (2 ECA, DPE = 0,29, IC del 95% = [- 0,05, 0,63], I2 = 0%, N = 138) [41, 43].
Fig. 7Gráfico de bosque de la calidad de vida mentalImagen a tamaño completoLos efectos agrupados sobre la mejora global se muestran en la Fig. 8. En comparación con los controles simulados manuales y no manuales, los metanálisis dieron como resultado un gran efecto agrupado significativo a favor del TSC después de la intervención (2 ECA, DME = 1,29, IC del 95% = [0,93, 1,65], I2 = 0%, N = 146) [38, 41] y un efecto agrupado medio significativo seis meses después de la aleatorización (2 ECA, DME = 0,51, IC del 95% = [0,18, 0,84], I2 = 0%, N = 146) [38, 41].
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Terapia craneosacral, peligros
La terapia craneosacral (TCC) es a veces criticada como pseudociencia, en parte debido a la falta de estudios científicos sólidos. Sin embargo, el hecho de que actualmente no existan ensayos clínicos sólidos no niega la teoría científica en la que se basa la TCC, ni tampoco su aceptación en todo el mundo por parte de millones de personas o los resultados positivos que innumerables pacientes informan sobre sus hijos y sobre ellos mismos. Soy un osteópata registrado, un profesional basado en la evidencia y tengo un sano escepticismo cuando se trata de todas las terapias alternativas. Sin embargo, al haberme formado como terapeuta craneosacral durante mi formación en osteopatía y haber estado expuesta a ella, no puedo negar lo que siento cuando utilizo la terapia craneosacral ni puedo negar los resultados que he visto con niños y adultos por igual. Le pido que deje de lado su escepticismo por unos minutos y se tome el tiempo de leer mi blog. Tal vez un enfoque de CST pueda ayudarle a usted o a sus hijos donde otras terapias no lo han hecho.
El sistema craneal es un sistema hidráulico semicerrado que consta de cuatro cámaras llamadas ventrículos dentro del cerebro e incluye la propia médula espinal. El sistema craneal contiene en su interior Líquido Cefalorraquídeo (LCR), contenido en una membrana resistente e impermeable (la duramadre) que envuelve el cerebro y la médula espinal. Una función importante de este sistema es la producción, circulación y reabsorción del LCR. Este líquido mantiene el entorno fisiológico en el que el cerebro y el sistema nervioso se desarrollan, viven y funcionan.