Hojas de trabajo para la terapia de la ira
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Gestión de la ira: 10 consejos para dominar tu temperamentoMantener tu temperamento bajo control puede ser un reto. Utiliza sencillos consejos para controlar la ira -desde tomarte un tiempo hasta usar frases con “yo”- para mantener el control.Por el personal de Mayo Clinic
¿Se enfada cuando alguien le corta el paso en el tráfico? ¿Se le dispara la presión arterial cuando su hijo se niega a cooperar? La ira es una emoción común e incluso saludable. Pero es importante manejarla de manera positiva. La ira incontrolada puede pasar factura tanto a su salud como a sus relaciones.
En el calor del momento, es fácil decir algo de lo que luego te arrepentirás. Tómate unos momentos para ordenar tus pensamientos antes de decir nada. Permite también a los demás implicados en la situación que hagan lo mismo.
En cuanto pienses con claridad, expresa tu frustración de forma asertiva pero sin confrontación. Expresa tus preocupaciones y necesidades de forma clara y directa, sin herir a los demás ni tratar de controlarlos.
La actividad física puede ayudar a reducir el estrés que puede hacer que te enfades. Si sientes que tu ira aumenta, sal a dar un paseo rápido o a correr. O dedica algún tiempo a realizar otras actividades físicas agradables.
¿Qué tipo de terapia es mejor para controlar la ira?
La mayoría de las investigaciones sobre el tratamiento de la ira se han centrado en la terapia cognitivo-conductual (TCC). En la TCC, los pacientes aprenden a identificar los patrones de pensamiento inútiles o negativos y a cambiar las creencias erróneas. Un tratamiento de la ira basado en la TCC se conoce como Inoculación del Estrés.
¿Cuáles son las 3 etapas de la gestión de la ira?
Los tres enfoques principales son expresar, suprimir y calmar. Expresar tus sentimientos de ira de forma asertiva -no agresiva- es la forma más saludable de expresar la ira. Para ello, tienes que aprender a dejar claro cuáles son tus necesidades y cómo satisfacerlas sin herir a los demás.
Cuál es la mejor terapia para el control de la ira
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La ira es una emoción natural, y cuando se gestiona bien, puede ser incluso saludable y productiva. Pero cuando la ira se intensifica hasta el punto de causar daño a uno mismo y a los demás, es hora de hacer algunos cambios. El manejo de la ira se refiere a un conjunto de habilidades utilizadas para manejar y expresar la ira de manera saludable.
Aunque la ira puede ser una emoción normal y saludable, la forma en que respondemos a ella tiene un gran impacto. El control de la ira implica responder a ella de forma sana y constructiva. Las personas que tienen dificultades para responder a la ira pueden necesitar ayuda profesional para aprender a manejarla.
La terapia de control de la ira ayuda a la persona a comprender lo que desencadena su ira y a identificar sus respuestas a la misma. Mediante determinados ejercicios, la persona desarrolla habilidades que le ayudan a gestionar su ira de forma sana y productiva.
Terapia de control de la ira en línea
Tu corazón late más rápido y respiras con mayor rapidez, preparándote para la acción. También puedes notar otras señales, como tensión en los hombros o apretar los puños. “Si notas estas señales, sal de la situación si tienes antecedentes de perder el control”, dice Isabel.
Exhala durante más tiempo del que inspiras y relájate al espirar. “Automáticamente inspiras más que espiras cuando te sientes enfadado, y el truco está en espirar más que inspirar”, dice Isabel. “Esto te calmará eficazmente y te ayudará a pensar con más claridad”.
Reduce tus niveles generales de estrés con ejercicio y relajación. Correr, caminar, nadar, hacer yoga y meditar son algunas de las actividades que pueden reducir el estrés. “Hacer ejercicio como parte de tu vida diaria es una buena manera de deshacerte de la irritación y la ira”, dice Isabel.
Dedica tiempo a relajarte con regularidad y asegúrate de dormir lo suficiente. Las drogas y el alcohol pueden empeorar los problemas de ira. “Reducen las inhibiciones y, en realidad, necesitamos las inhibiciones para dejar de actuar de forma inaceptable cuando estamos enfadados”, dice Isabel.
Terapia de control de la ira en el Reino Unido
A pesar de que la ira es una emoción común y natural, a muchas personas les resulta difícil gestionar la ira de forma eficaz o expresarla de manera constructiva. La ira puede convertirse en un problema grave cuando se trata con medios agresivos y violentos.
En este artículo, desglosaremos la psicología que hay detrás del control de la ira y cómo funciona la terapia de control de la ira, y compartiremos las intervenciones que puedes utilizar para ayudar a los clientes a desarrollar sus habilidades de control de la ira y su conciencia.
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La ira se presenta a menudo como una emoción “mala”, imprudente o inútil. Pero aunque la ira a veces puede conducir a un comportamiento más destructivo, tiene una importante función de autoprotección que puede ayudar a lograr el bien social (Lambert, Eadeh, & Hanson, 2019).
La ira es una bandera roja que nos permite saber cuándo ha sucedido algo injusto y es necesario actuar para remediarlo (Lambert et al., 2019). Cuando es apropiada y proporcionada, la ira puede ser útil si nos motiva a hacer frente a una amenaza percibida o a corregir una situación injusta (Lambert et al., 2019; Thomas, 2001).